Si pensamos que las altas capacidades vienen
generadas por la mezcolanza de factores biológicos (genéticos y de herencia),
psicológicos (características de personalidad), y sociológicos (ambiente en el
que se ha desarrolla su persona y valores sociales), debemos por tanto¸ contar
con todos ellos a la hora de buscar estrategias y métodos de intervención para
estos alumnos. Según Hackney (1981) el superdotado debe ser percibido y
estudiado como parte de un mayor ecosistema que debe incluir: la familia, el
colegio y el mundo interior del niño.
Son numerosos los estudios, entre ellos los de Wallace y Walberg (1987)
y Gardner (1995), los que señalan a la
familia, el centro escolar y las condiciones sociales, como “un apoyo
indispensable para la persona eminente”.
Es por ello de especial importancia saber orientar y atender las
necesidades de la familia, si queremos que el niño superdotado desarrolle sus
talentos adecuadamente.
La familia es uno de los contextos de
desarrollo humano más importantes y cruciales para los individuos que viven en
ella¸ es de hecho el primer agente socializador de nuestra existencia. La
familia juega un papel extraordinariamente importante en la conformación de las
características psicológicas de los hijos, tanto en lo que se refiere a la
personalidad como en lo relativo a la inteligencia, sin embargo los programas
destinados a la formación de la familia son muy escasos en relación a los
destinados a padres con hijos con altas capacidades. Al estudiar levemente la
literatura sobre altas capacidades¸ es fácil comprobar que se ha dedicado mucha
más atención a cubrir las necesidades intelectuales y de aprendizaje de estos
estudiantes, a través de programas especiales y enriquecimiento curricular y
menos a cubrir otro tipo de necesidades relacionadas con aspectos emocionales y
de orientación, tanto personal como familiar.
Sería erróneo interpretar la investigación
sobre niños superdotados concluyendo que el niño con talento representa un problema
para su familia. Esto simplemente no es
cierto. Sin embargo¸ también sería falso
asumir que la superdotación no representa retos y necesidades sociales y
emocionales únicos (Colangelo y Dettman¸1983). Los problemas, generalmente,
surgen porque familia, escuela y sociedad no están preparadas para comprender y
apoyar el desarrollo propio de estos niños, más que porque el grupo de “superdotados”
como tal resulte ser un grupo problemático.
De ahí que la intervención psicoeducativa en estos contextos resulte si
cabe aún más necesaria.
La Atención a la Diversidad está
incluida en nuestra legislación como un elemento de calidad del sistema
educativo. Dentro de la Educación Especial, entendida como el conjunto de
recursos personales y materiales con los que responder a las alumnos con
necesidades educativas especiales, nos encontramos con dos grandes grupos:
alumnos con discapacidad y alumnos que presentan sobredotación intelectual.
Cuando hablamos de alumnos con altas capacidades intelectuales, hablamos de
discentes con unas necesidades educativas concretas. La organización de la
respuesta que hemos de proporcionarles ha de ser planificada, desarrollada y
evaluada con rigor. En esta respuesta se debe identificar y valorar sus
capacidades y necesidades educativas especiales, ofrecer una propuesta
curricular adaptada en función de las mismas y de acuerdo con su estilo de
aprendizaje, así como determinar los apoyos y servicios que puedan requerir. Se
hace necesario que ofrezcamos una respuesta de calidad¸ tanto a nivel
curricular como familiar. A nivel curricular hay que establecer un currículo
óptimo¸ individualizado para cada alumno¸ es por ello¸ por lo que no resulta
nada fácil organizar una respuesta adaptada a sus necesidades.
La
profesión docente exige una formación amplia, consistente y continua que
permita dar respuesta a la diversidad de niños/as con los que se van a
trabajar. Interesa en este sentido profundizar en el concepto de altas
capacidades y en todos aquellos aspectos que permitan perfeccionar la práctica
docente. Partimos de la idea de que los profesores jugamos un rol determinante
en dos momentos fundamentales para la vida de los niños/as con altas
capacidades: el primero en su identificación inicial en los contactos en el
aula, y el segundo en su trabajo en clase. Como paso intermedio se encuentra el trabajo
del equipo de orientación y de otros profesionales. Con lo cual, en este blog¸
nos ha interesado exponer características, aspectos y toda información que
resulte de ayuda a estos dos momentos en que las maestras estamos en directo
trato con los niños y niñas con altas capacidades. Pretendemos de este modo¸ facilitar el trabajo
docente a otros compañeros con alumnos con altas capacidades en Educación
Infantil para que podamos conocerlos¸ comprenderlos mejor y dar respuesta a sus
necesidades escolares, sociales y familiares. En definitiva queremos conseguir
el desarrollo máximo de cada persona así como su potencial humano.
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