La detección del alumnado con
altas capacidades es necesaria para, conocer su perfil (recursos intelectuales
que dispone, aptitudes, rendimiento, estilo de aprendizaje, intereses),
responder lo más adecuada y tempranamente a sus necesidades, desarrollar su
potencial y sus competencias, proporcionar el máximo acceso al aprendizaje,
favorecer el desarrollo emocional del alumnado, identificar las barreras para
el aprendizaje y su participación y facilitar la evolución natural que
posibilite una vida más feliz en la comunidad, un comportamiento ético y
responsable.
La identificación del alumnado
con superdotación es un tema complejo y polémico sobre todo dentro del campo
educativo. Desde el punto de vista educativo la identificación debe
considerarse como un aspecto relevante para poder dar una respuesta educativa
adecuada a sus necesidades y desarrollar al máximo sus potencialidades. La identificación
debe ser un proceso continuo a través del cual se intentará detectar al
alumnado, con el objetivo de implementar las medidas educativas necesarias. La
evaluación psicopedagógica es fundamental en el proceso de recogida y análisis
de la información relevante. Su objetivo es identificar las necesidades
educativas especiales de los alumnos y sustentar las decisiones respecto al
currículo y al tipo de respuesta educativa. Para la identificación del
alumnado, existen estrategias y procedimientos que se podrán utilizar según la
adecuación al caso que nos encontremos.
- El proceso de identificación no es una tarea sencilla así que lo primero que deberíamos plantearnos seria lo siguiente:
- El “porqué” del proceso de identificación. Debemos plantearnos la razón por la cual realizaremos la identificación de estos alumnos/as.
- El “qué” del proceso de identificación. Es decir, que pretendemos evaluar y por tanto identificar. Este punto estará directamente ligado a la concepción de sobredotación adoptada, puesto que de ella dependerá el tipo de habilidad o talento a identificar.
- El “qué hacer” después del proceso de identificación. Se ha de tener claro cual será el fin de la identificación de estos alumnos/as, es decir, si se pretende acelerar su desarrollo, adecuar el vitae escolar o potenciar sus habilidades especiales (Acereda y Sastre, 1998).
El proceso de identificación se
divide fundamentalmente en dos fases que se denominan:
a) Screening o nominación
b)
Diagnóstico-selección.
La primera fase tiene como
objetivo fundamental encontrar los candidatos potenciales para un programa
educativo específico o ayuda educativa concreta (Kitano y Kirby, 1986;
Feddhusen, Asher y Hoover, 1984; Feldhusen y Jarwan, 1993; Acereda y Sastre,
1998). Para llevar a cabo esta fase se deben de utilizar instrumentos y
procedimientos que se encuentren en consonancia con la dimensión de
superdotación de referencia. También es importante que sea un sistema inclusivo
para que no se queden fuera de la nominación posibles candidatos, como
sostienen Tourón, Peralta y Repáraz (1998) “es mejor que se produzcan falsos
positivos que falsos negativos.” Después de determinar los posibles candidatos
se debe de llevar a cabo un diagnóstico lo más preciso posible que permita
seleccionar los alumnos que se beneficiarán del programa o ayuda educativa
diseñada. Para esta fase del proceso es necesario elegir los instrumentos que
permitan establecer con precisión que alumnos/as cumplen los requisitos
necesarios para beneficiarse del programa o ayuda educativa. Este diagnóstico
tiene como finalidad la toma de decisiones sobre los posibles candidatos que
sería la segunda fase.
Procedimientos y estrategias de identificación.
Los distintos avances en las
investigaciones sobre la superdotación han hecho que actualmente la identificación no dependa
únicamente de la administración de un instrumento estandarizado, sino que
también se acompañe de otras medidas obtenidas por otras fuentes.
El profesorado puede utilizar
estrategias y herramientas diversas como:
- La observación, puede
servirse de registros, protocolos como indicadores que faciliten la tarea.
- El análisis de las
producciones de los alumnos/as; producciones orales y escritas, dibujos,
tareas diversas. Pueden ser producciones de actividades del grupo-aula, o
también producciones de actividades específicas, planteadas para el niño o
niña.
- El análisis del tipo de
preguntas y consultas que hace puede darnos datos sobre su funcionamiento
mental: preguntas creativas, comentarios curiosos, preguntas inferenciales,
inusuales, raras.
- Los conocimientos
generales y específicos que tiene, bien sea referidos a lo escolar como a
temas que sean de su interés: temas sociales, culturales… así como la
profundidad con que domina el conocimiento.
- La preferencia por
actividades más complejas, nuevas o difíciles también puede indicar al
maestro que esa alumna o alumno posee unas características diferentes.
- El análisis de la relación
con sus compañeros; en ocasiones suelen ser líderes, buscan soluciones
originales a los conflictos, son reconocidos por el grupo como rápidos y
hábiles en el aprendizaje.
La información recogida servirá
para organizar la respuesta educativa ajustada a las características y
necesidades específicas del alumnado. Se decidirá qué tipo de medidas
organizativas, recursos, apoyos ponemos en marcha para atender a la
heterogeneidad de los mismos. En ocasiones una respuesta diversificada será
suficiente para adecuar el aprendizaje a las necesidades del alumnado con altas
capacidades. Para ello el profesorado contará con la información de la familia,
informes de otros profesionales, información de cursos anteriores,
cuestionarios de identificación, indicadores u otras herramientas. Este nivel
de respuesta es, por excelencia, el más inclusivo ya que contempla al alumnado
en su contexto ordinario.
A pesar de la aplicación de
medidas generales, el profesorado puede detectar alumnos/as que destaquen
significativamente por sus habilidades, capacidades, rendimiento y/o alta creatividad, y puede necesitar otro tipo
de medidas complementarias. Es otro momento en el que se solicitará la
colaboración de los servicios de apoyo educativo para poder analizar la
situación e iniciar la Evaluación Psicopedagógica. En ocasiones son las
familias las que realizan la petición de evaluación Psicopedagógica y/o de
intervención al centro escolar. La colaboración y el trabajo conjunto con las
familias es un pilar de la escuela inclusiva, y como tal debe impregnar nuestra
acción educativa. Dicho esto, resulta lógico y pertinente que la petición de
evaluación psicopedagógica sea una decisión compartida entre la escuela y la
familia. Legalmente, la petición de evaluación psicopedagógica debe realizarse
a través del tutor/a con el conocimiento y permiso de la familia y o representantes
legales, y en su caso, del propio alumno/a.
Terminada la valoración
psicopedagógica contextualizada, será el momento de determinar las medidas
educativas que vamos a adoptar. Deben combinarse diferentes medidas de
respuesta educativa. Todos los agentes serán partícipes de las decisiones
adoptadas; se especificarán las tareas a desarrollar, la temporalización y un
calendario de coordinación. Se realizará un seguimiento y evaluación de las
medidas adoptadas, servirá para introducir cambios y mejoras en el proceso,
analizar estrategias, y coordinar formas de intervención.
La evaluación servirá para
obtener datos sobre la evolución del alumnado, la validez de las medidas
adoptadas, el proceso seguido, en definitiva debe servir para valorar todos los
aspectos del proceso de enseñanza-aprendizaje y mejorar los más deficitarios.
Los instrumentos de medida que
nos van a ayudar a la recogida de datos para conocer las características y las
necesidades del alumnado con altas capacidades intelectuales son los propuestos
por Beltrán y Pérez (1993):
- A través de pruebas
objetivas y formales.
- A través de medidas
subjetivas.
- Métodos mixtos.
Procedimientos
formales.
El procedimiento formal
“consiste en la obtención de medidas en toda la población bajo estudio mediante
pruebas o instrumentos que provean una evaluación lo más objetiva, fiable y
válida de las características relevantes asociadas a la superdotación”
(Castejón, Prieto y Rojo, 1997). Dentro
de estos procedimientos podemos señalar los siguientes: tets de inteligencia
general, tets de aptitudes específicas y tets de creatividad.
a) Tests de inteligencia
general.
Los resultados de los tests de
inteligencia deben tomarse como una estimación. Estos deben analizarse
cuantitativa, cualitativamente y comparativamente. Los tests de aplicación
individual tienen la ventaja de identificar alguna de las características de la
superdotación, por el contrario presentan la limitación, algunos de ellos, de
una carga cultural importante que favorece la selección de alguna parte de la
población. Los de aplicación colectiva se pueden utilizar como método de
screening para seleccionar los posibles candidatos. Existen múltiples tets
utilizados en los procesos de identificación principalmente en la fase de
diagnóstico (cuadro 1).
Cuadro 1. Principales tets de inteligencia utilizados
Stanford-Binet Intelligence Scale
(Thornike, Hagen y Satler, 1998)
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Mide
inteligencia general: habilidades cristalizadas (razonamiento verbal y
cuantitativo) y habilidades fluidas (razonamiento abstracto/visual memoria a
corto plazo.
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Weshsler
Intelligence Scale- WPPSI (1967) y WPPSI-R (1989) y WISC-R (1974) y WISC-III
(1991)
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CI global
CI manipulativo
CI verbal
El
CI más alto es de 155. Los baremos del WISC-III puntuaciones hasta 5 puntos
más bajas, más difícil ser superdotado. Posible efecto de techo.
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Matrices
Progresivas de Raven-Standard (SPM), Matrices coloreadas (CPM) y Avanzada
(APM) (Raven, Court y Raven, 1996)
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Miden
razonamiento abstracto no verbal. No demasiada capacidad para predecir el
rendimiento escolar. Apto para el screening. Predicción del talento
matemático.
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Peabody
Picture Vocabulary Test (1981)
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Exclusivamente
verbal. Desaconsejado para screening debido a su carácter verbal. Aplicable a
partir de los 2 años y medio.
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b) Test de aptitudes específicas.
Los tests de aptitudes miden habilidades específicas o
el potencial de rendimiento futuro. Su objetivo fundamental es la selección de
sujetos para la adscripción a programas de intervención. La lista de tets de
aptitudes es muy amplia, por lo que el profesional tiene un gran campo par
seleccionar el que considere oportuno (cuadro 2).
Cuadro 2. Principales tets de aptitudes
específicas
McCarthy
Scales of Childrens Abilities (1972)
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Aplicación
individual. Niños entre dos años y medio y ocho años y medio. Habilidades
verbales y no verbales, aptitud numérica, memoria a corto plazo y
coordinación.
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Kaufman
Assesment Battery for Children
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Niños/as entre dos
años y medio y doce años y medio. Procesamiento de la información secuencial
y simultánea, conocimiento factual y destrezas, y habilidades de razonamiento
no verbal.
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Sternberg Triachic Abilities Test (STAT 1985)
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Mide procesos. Influencia cultural. Contexto y
experiencia fundamental.
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Scholastic Assesment Test
(SAT)(1926)
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Actualmente SAT-I y SAT-IISAT-I
prueba de razonamiento verbal y matemático (identificación superdotados)
SAT-II diversas áreas de conocimiento.
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Differential
Aptitude Tets (DAT) (Bennett, Seashore y Wesman, 1947)
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Educación secundaria y superior.
Mide: razonamiento verbal, aptitud numérica, razonamiento abstracto,
razonamiento mecánico, relaciones espaciales, rapidez y precisión perceptivas,
(ortografía y sintaxis). Instrumento de screening para estudiantes
intelectualmente dotados.
|
c) Tests de creatividad.
La creatividad es un aspecto fundamental para la
identificación de los alumnos/as con altas capacidades intelectuales. A partir
de los trabajos de Torrance (1984, 1986) y Guilford (1986) se considera la
creatividad con una variable independiente de la capacidad intelectual, por lo
que se hace necesaria la evaluación específica de la misma. La evaluación de la
creatividad se puede realizar a través de medidas cognitivas relacionadas con
el pensamiento divergente (cuadro 3), o a partir de inventarios actitudinales
y/o conductuales (cuadro 4) (Castelló, 1987).
Cuadro 3. Medidas cognitivas relacionadas con
el pensamiento divergente
Khatena-
Torrance Creative Perception Inventory (1996)
Torrance Tests
of Creative Thinking (TTCT) (1966)
Thinking
Creatively (1983)
Tets de Wallach y
Kangan (1965)
Tets de Getzels y Jackson (1962)
|
Cuadro 4.
Inventarios actitudinales y/o conductuales
Group Inventory
for Finding Creative talent (GIFT)
Biographial
Inventory-Form U
Scales for
rating Behavioral Charistic of Students
Cuestionarios de creatividad de
Martínez y Rimm (1985)
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Procedimientos informales.
En este apartado se incluyen las distintas fuentes de
información como son los profesores, padres, compañeros y el propio alumno/as.
Los datos obtenidos constituirán un completo a la información obtenida en la
administración de tets estandarizados.
a) Nominación de los profesores.
En los últimos años se ha empezado a considerar la
nominación de los profesores proponiendo tres condiciones para poder utilizar
sus juicios en el proceso de selección: deben de tener una preparación previa
adecuada, estar familiarizados con el objetivo del proceso de identificación,
así como el conocimiento de los instrumentos que se van a utilizar, deben de
tener instrumentos adecuados para emitir los juicios, los juicios deben
emplearse combinados con otros instrumentos de identificación. Algunos de los
modelos de nominación son los siguientes:
- Escala de Johnson para profesores (1979).
- Escala de Renzulli y Hartman (1976).
- Cuestionario para profesores de Gold (1965).
- Cuestionario para profesores de Hoyle y Wikjs (1975).
- Scales for Rating th Behavioral Characteristics of Superior Students.
- Krantz Talent Identificación Instrument (KTII) (Krantz, 1981).
- Purdue Academic Rating Scales (PARS) (Fedhusen, Huber y Sayler, 1990).
b) Nominación de los padres.
Los padres pueden proporcionar información muy
importante para la identificación, especialmente en una edad temprana, nadie
mejor que ellos para informar acerca de las habilidades y capacidades precoces
que presentan sus hijos/as. Sobre la capacidad de identificación de los padres,
los autores presentan disparidad de opiniones. Algunos autores (Miles, 1965;
Trost, 1993) consideran que no son predoctores válidos del rendimiento de sus
hijos/as, en cambio otros (Jacobs, 1971; Ciha, Harris, Hoffman y Potter, 1974)
consideran que tienen un éxito razonable en la identificación. Algunos de los modelos
de nominación más utilizados son:
- “La guía para padres” de Alvino (1985).
- Prueba de Koopmans-Dayton y Feldhusen (1989).
- La Escala de Nomination del equipo de la Dra. MCMillan (1989).
- Cuestionario para padres de Beltrán y Pérez (1993).
- Sample Parent Nomination Form at the Early Childhood Level (1976).
- Modelo de Martinson (1974).
c) Nominación de los iguales.
Este tipo de nominación es la que se utiliza con mayor
frecuencia para adscribir los alumnos/as a programas específicos. Se parte de
la idea de que son buenos informadores porque entre compañeros se establece una
relación distinta a la que se entabla con adultos e interactúan en diversas
situaciones. Algunos de los modelos de nominación son los siguientes:
- La escala de Renzulli y Hartman (1976).
- El sociograma de Moreno (1966).
- Cuestionario para la nominación de iguales de Beltrán y Pérez (1993).
- Peer nomination Forms (Tracking Talents) (1993).
d) Autonominación.
Esta forma de nominación consiste en preguntar al
alumno sobre sus propias características. La valoración realiza respecto a sus
habilidades es una información a tener muy en cuenta para realizar la
identificación. Un aspecto importante a tener en cuenta es el nivel madurativo
del alumno/a antes de solicitarle la información relativa a sus capacidades. En
edades avanzadas, es decir, alumnos con un nivel de desarrollo mayor, el
auto-informe parece ser un buen indicador de las capacidades y la autoestima
que posee. Esta situación no se dará en alumnos/as de edades tempranas, como
alumnos/as de educación infantil y los primeros ciclos de educación primaria.
Procedimientos mixtos.
Los métodos mixtos son la combinación de los dos
procedimientos anteriores (métodos formales y métodos informales).
a) Filtrado.
Este método tiene como objetivo fundamental la
identificación de la población total de una edad o grupo. Este procedimiento
reduce las posibilidades de dejar sin identificar alumnos/as con altas
capacidades intelectuales, al mismo tiempo que ofrece una gran cantidad de
información para poder diseñar el perfil del alumno/a para poder ajustar el
programa o la adaptación curricular a sus necesidades. Antes de poner en
práctica este procedimiento se deben de establecer a priori las siguientes
cuestiones:
- Cuál es nuestro modelo de altas capacidades intelectuales.
- Qué tipo de sujetos pretendemos identificar.
- Con qué finalidad lo hacemos.
Este método se divide en dos fases fundamentales. En la
primera fase, se realiza una evaluación que permita seleccionar a los posibles
alumnos superdotados dentro de un grupo. En la segunda fase se evalúa más
detalladamente a cada uno de los alumnos/as para identificar dentro de la
muestra los que realmente presentan sobredotación. Beltrán y Pérez (1993)
presentan tres fases que se corresponden con las dos antes mencionadas:
- 1ª fase: evaluación de los alumnos/as.
- 2ª fase: selección de la primera muestra.
- 3ª fase: muestra final.
b) Sistemas acumulativos.
El objetivo fundamental es la identificación por
acumulación de datos de un mismo individuo. El modelo más conocido y utilizado
es la Matriz de Balwin (1978); que consiste en una rejilla en la que se
registran los datos obtenidos a través de varias fuentes para cada área o
característica. En función de los datos se otorgan unas puntuaciones cuya suma
identificará a los alumnos superdotados.
c) Programas de potenciación.
Estos sistemas sólo se utilizan cuando exista un
programa de potenciación y apoyo a los alumnos/as. Dicho programa establecerá
los criterios de selección de los alumnos/as en función de sus contenidos y
objetivos.
Dificultades en la identificación de las altas capacidades.
En lo relativo a las dificultades que se encuentran a
la hora de la identificación de estos alumnos/as los autores (Acereda y Sastre,
1998; Arocas, Martínez, Martínez y Regadera, 2002; Prieto, 2002; Whitmore,
1988) suelen reseñar las siguientes:
1. La disparidad de definiciones dificulta la
identificación del superdotado puesto que cada persona puede elegir entre una
variedad de criterios diversos, esto hace posible que un mismo sujeto pueda ser
considerado como superdotado por algunos al mismo tiempo que por otros no. Esta
situación obliga a los profesionales a clarificar los criterios a utilizar para
la identificación de alumnos/as con sobredotación intelectual.
2. La confianza excesiva o dependencia de los
instrumentos de medida. Los test utilizados para la población normal no suelen
ser validos para identificación de los alumnos superdotados y sería necesario
recurrir a la validación interna para validar la relación entre lo que se está
midiendo y el contenido real de la prueba. La confianza excesiva de los tests
conlleva asociada la no identificación de aquellos alumnos/as que presentando
superdotación en el momento de la realización de la prueba puntuaron por debajo
de los umbrales establecidos por algún motivo. Por lo que se considera de
relevancia tener en cuenta las variables que pueden estar interfiriendo en el
rendimiento que el alumno presenta en el tests. Tampoco debemos olvidar que el
C.I. es el punto de partida de la identificación del alumno/as pero que hay que
completarlo con otras pruebas u otras informaciones para poder llegar al
diagnóstico de sobredotación intelectual, es decir, se debe de tener en cuenta
los aspectos que conforman la superdotación.
3. Los esteriotipos. Terman (1925) realizó un estudio
longitudinal en el cual llegó a las siguientes conclusiones sobre las personas
superdotadas:
- Pertenecen a medio sociocultural alto.
- Presentan antecedentes familiares.
- Salud y desarrollo físico superior a la media poblacional.
- Nivel más alto de intereses (más variados y complejos).
- Mayor éxito personal, académico y social.
- Mayor índice de lectura.
Fue a partir de este estudio cuando las expectativas
sobre las personas superdotadas fue en aumento llegando a dificultar la
identificación de los alumnos/as superdotados que no se ajustaba a las
expectativas.
- Los estereotipos dominantes que obstaculizan la identificación son mayoritariamente los siguientes:
- Los profesores esperan que el superdotado sobresalga en todas las áreas del desarrollo.
- Los profesores y los padres esperan que destaquen en todas las áreas curriculares.
- Creencia de que tienen una gran motivación en el colegio y una actitud muy positiva hacia el mismo y el currículo.
4. La disincronía. Una de las características del
desarrollo de estos niños/as, que presentan entre las distintas áreas de
desarrollo. El profesor debe tener en cuenta que el desarrollo intelectual se
produce de forma más rápida que el desarrollo emocional. Otros aspectos a
considerar es la disincronía entre la inteligencia-psicomotricidad y
lenguaje-razonamiento.
5. Comportamiento en clase. Habitualmente se considera
al alumno superdotado como un alumno con alto nivel de rendimiento,
productividad y calidad en sus tareas escolares. Pero se debe de tener en
cuenta que el alumno superdotado puede presentar conductas disruptivas, bajo
nivel de esfuerzo y participación en las tareas de clase, poca curiosidad por
aprender, incluso, poco comunicativo, introvertido o tremendamente vergonzoso.
Esto dificulta la identificación y facilita que pasen inadvertidos ante el
profesor.
Indicadores en la Educación Infantil.
La conclusión de la literatura científica sobre el tema
es que en Educación Infantil emergen, muchas veces de forma temprana, una serie
de fenómenos cognitivos; que según pasan los años y llegamos a la Educación
Primaria, estos fenómenos se van instalando, puliendo y perfeccionando, y es en
la Educación Secundaría si todo va bien, donde se cristalizaría en un perfil
cognitivo capaz de alcanzar logros y producciones de gran calidad.
Como el trabajo que estamos realizando esta centrado en
Educación Infantil, solo voy a nombrar los indicadores que hacen referencia a
esta etapa.
Indicadores
en el ámbito cognitivo.
- Posee un vocabulario rico y preciso que no corresponde a su edad.
- Las relaciones causales las comprende de manera precoz.
- Aprende por intuición y resuelve problemas utilizando criterios diferentes a los de sus compañeros.
- Aprende por temas.
- Reconoce letras o números antes de lo esperado para su edad.
- Posee una buena expresión oral y alta capacidad para seguir una conversación.
- Habla pronto.
- Tarda menos en realizar sus tareas.
- Es capaz de conseguir conocimientos en profundidad.
- Llega a adquirir conceptos abstractos.
- Manifiesta interés por juegos reglados y de construcción.
- Les cuesta irse a la cama algunas veces y puede necesitar dormir menos tiempo.
- Goza de buena memoria: recuerda cuentos, canciones, relatos, explicaciones …
Indicadores
creativos.
- Formula preguntas inusuales por su diversidad , originales.
- Manifiesta originalidad al combinar ideas, métodos, estrategias.
- Compone o adapta juegos, música, palabras, discursos… libre de la influencia de la familia y el profesorado.
- Posee mucha habilidad a la hora de hacer puzzles.
- Es creativo y original en sus producciones artísticas. La frecuencia de estas producciones creativas va aumentando con la edad.
Indicadores
socio-emocionales.
- Presenta preocupación por temas como la muerte, el universo y la trascendencia.
- Arregla “conflictos”.
- Sensibilidad ante los problemas o el sufrimiento de los demás: pobreza, dolor, enfermedad, desastres naturales.
- Opone resistencia a realizar actividades en las que pueda fracasar.
- Elevado sentido del humor.
- Busca la calidad en sus realizaciones y la insistencia en mejorar sus trabajos puede retrasar la finalización de sus tareas. En ocasiones puede finalizar muy rápidamente algunas actividades de clase.
Indicadores referidos a motivaciones e intereses.
- Se concentra en un tema y persiste hasta que lo acaba.
- Parece no cansarse nunca y tiene un elevado nivel de energía.
- Prefiere trabajar independientemente y necesita poca ayuda.
- Es curioso y un gran explorador del medio.
- Deja tareas “rutinarias” inacabadas.
- Le cuesta aceptar la repetición de lo que ya conoce.
- Es hipotético y arriesgado.
- Ejecuta preguntas adecuadas al tema y muestra curiosidad por el conocimiento.
- Declara preferencia hacia juegos intelectuales frente a actividades psicomotrices.
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