Debemos tener en cuenta algunos
principios antes de la toma de cualquier decisión¸ es aconsejable por tanto¸
que tanto alumnos¸ padres y profesores¸ entiendan lo que significa la
aplicación de cualquier medida educativa. Los discentes con altas capacidades
conforman un grupo muy heterogéneo¸ y seguramente no haya única solución o
estrategia para atender su diversidad; por tanto, la flexibilización, el
enriquecimiento o cualquier medida que se adopte debería estar acorde con sus
necesidades, intereses y capacidades. El
centro educativo¸ debe considerar con mucha precisión las habilidades del
superdotado y tratar de diseñar las acciones de aprendizaje más convenientes
tanto para el alumno como para el profesor.
Cualquier medida de
flexibilización ha de ser revisada y valorada de manera sistemática, para
comprobar su eficacia y la conveniencia de la misma. No es conveniente que se
adopte la flexibilización sin una programación previa, porque podría darse el
caso de una falta de información de lo que debe aprender el niño. Si los superdotados trabajan con niños de
niveles superiores durante una parte de su tiempo, se debería procurar
valorarles sus conocimientos en esas áreas puntuales, porque podrían perder
conocimientos de otras áreas. Es vital considerar su desarrollo físico,
psíquico, social y emocional. El aprendizaje de los niños se podría lograr
cuando éstos trabajen con compañeros mayores, pero necesitan el apoyo a sus
necesidades. No es fácil evaluar la eficacia de los programas de
flexibilización de manera comprensiva y rigurosa, porque son numerosas variables
que se han de considerar. La evaluación
debería incluir comparaciones con sus compañeros, que incluyeran el progreso
del aprendizaje de los niños; las respuestas a la flexibilización y el desarrollo personal, social y emocional;
el coste de la eficacia, así como el logro de las expectativas y objetivos. En
suma, siempre que se pretenda adoptar una medida de flexibilización, es útil y
conveniente que se estudie el caso de manera hipotética considerando los “pros”
y “contras”. No hay que olvidar cualquiera de las diferentes maneras de ofrecer
un currículo diferenciado y enriquecido a los alumnos con superdotación.
De otro modo¸ Las actividades de
extensión o ampliación curricular son idóneas y muy apropiadas en la mayoría de
los casos. Muchos de los expertos en el tema¸ manifiestan que tanto la
extensión curricular como el enriquecimiento son más apropiados para el aula
ordinaria. Sin embargo, antes de
introducir cualquier tipo de aprendizaje enriquecido en las aulas, sería
conveniente que se definiera con rigurosidad
quién debería beneficiarse de las oportunidades de enriquecimiento. Esto
exige establecer métodos flexibles de enseñanza-aprendizaje, que nos ayuden a
valorar el progreso de los alumnos dentro de su contexto de aprendizaje; hacer
una planificación exhaustiva de tareas considerando el amplio rango de
habilidades, intereses y motivaciones de los alumnos superdotados; diseñar
materiales que integrados en el currículo ordinario dieran sus resultados a lo
largo del proceso de enseñanza-aprendizaje; definir unas metas claras en
cualquier actividad de enriquecimiento, para asegurar los logros y las
expectativas de los alumnos¸ así como valorar si las habilidades del alumno son
excelentes en todas las áreas curriculares o sólo en un campo y valorar la
eficacia de dichas provisiones¸ y por último¸ estudiar las estudiar las
consecuencias que tendría la provisión para el alumno¸ sus compañeros¸ el
profesor y la familia.
La elección de un tipo de
respuesta educativa determinada no impide la utilización de otras de forma
simultánea, hablándose entonces de “propuestas mixtas”. Hemos de indicar que es
la propuesta de enriquecimiento la señalada como la opción más adecuada para
dar respuesta a las necesidades de la mayor parte de los casos se superdotación
en todos los niveles educativos.
Requisitos para la
aplicación de los programas de enriquecimiento.
El diseño de un programa de
intervención para este alumnado equivale al plan de actuación que se debe
arbitrar en función de los resultados de la evaluación psicopedagógica para dar
una respuesta adecuada a las necesidades educativas específicas del alumnado
superdotado o que presenta circunstancias afines relacionadas con la
sobredotación intelectual. Un programa de intervención formalmente planteado se
desarrollará en el aula donde esté escolarizado el discente superdotado¸ pero
también conviene que esté potencialmente abiertos a los demás alumnos de la
clase.
Cada programa de enriquecimiento
conlleva una serie de fases (diseño, aplicación, seguimiento y evaluación) e
implican distribución de responsabilidad y requisitos de aplicación, pues estos
programas constituyen una labor de equipo. La implicación va¸ desde el equipo
directivo del centro, el equipo de profesores donde se incluye al profesor tutor,
que aplica de forma cotidiana y sistemática este programa en el aula ordinaria¸
hasta los orientadores y los especialistas en Pedagogía Terapéutica.
Es fundamental una labor de
selección del programa o programas concretos de enriquecimiento, ya que estos
programas son muy variados: pudiendo centrarse en los contenidos curriculares
(adaptaciones curriculares, ampliación curricular, enriquecimiento de procesos,
monitorización), en el enriquecimiento del contexto (contextos enriquecidos
previamente planificados) o enriquecimiento extracurricular (asistencia a
cursos especiales, distintas actividades de interacción, mentoría, etc.). En la
elección del tipo o tipos de programas, hay que tener en cuenta múltiples
variables: características de las necesidades educativas específicas de cada
alumno, el grado y características de la superdotación, la edad e intereses del
discente, el grado de implicación del alumno con la tarea, el grado de
implicación del centro, características de la implicación y expectativas de la familia.
El diseño debe incluir, al
menos¸ una especificación del tipo de necesidades educativas específicas del
alumno evaluado, los objetivos que se debe plantear la intervención, la clase
de medidas que se deberán utilizar, la forma en que se organizarán,
secuenciación de actuaciones, especificación de formato en que se plasmará el
proceso de desarrollo. Esta plasmación deberá permitir la comprensión del
proceso de modo que satisfaga una serie de condiciones: que pueda ser objeto de
un seguimiento y evaluación periódica, con vistas a su modificación si se
considera oportuno, que pueda ser objeto de una evaluación final y que
posibilite su utilización adaptada en otras situaciones que muestren
determinadas similitudes.
Así mismo¸ de vital importancia
es potenciar la dimensión social e intercultural y emocional en los programas
de intervención¸ incluyendo en el diseño de estos programas contenidos y oportunidades que enriquezcan su
trayectoria de una educación en valores de modo que le permitan:
- Desarrollar la interpretación positiva de las diferencias entre las personas como factor integrador fundamental.
- Cultivar los aspectos actitudinales y aptitudinales de la convivencia e interacción en contextos multiculturales.
- Desarrollar en profundidad los contenidos de una competencia intercultural, en tanto que supone una meta educativa avanzada, especialmente idónea para estos alumnos.
- Preparar al alumno para entrar en un mundo real y dotarle de responsabilidad ética.
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