sábado, 14 de junio de 2014

CRITERIOS PROPUESTOS POR MARLAND

Vamos a analizar las principales perspectivas, teorías o modelos que han tratado el tema de la superdotación, talento o alta habilidad. En la mayoría de la literatura científica revisada sobre el tema de la superdotación podemos encontrar diversidad de modelos explicativos sobre su origen e identificación. En general, fundamentan su clasificación en una división según tengan como objeto de estudio las capacidades, el rendimiento, los aspectos cognitivos y los socioculturales.

CRITERIOS PROPUESTOS POR MARLAND
La aparición de las teorías multifactoriales de la inteligencia supuso considerar el estudio de Terman (1925) limitado por su interpretación monolítica del sujeto superdotado. La necesidad de unificar criterios sobre la superdotación y de incluir esta visión multifactorialista se vio cristalizada en diversas propuestas. Una de las más conocidas y difundidas fue la realizada por la United Status Office of Education  (USOE), conocida como el Acta de Marland (1972). Es a partir de entonces cuando se comienzan a considerar un conjunto de aspectos en la identificación de individuos con sobredotación o talento: capacidad intelectual general, pensamiento creativo, aptitud académica específica, capacidad en el liderazgo, capacidad en las artes visuales o representativas y capacidad psicomotriz. La definición recoge como niños/as superdotados y talentosos a los que por sus habilidades extraordinarias son capaces de altas realizaciones, además de incluir a aquellos que han demostrado alcanzar el éxito y/o poseer un potencial de habilidad en algún área.

Capacidad intelectual general y aptitud académica específica.
Los niños capaces de elevadas realizaciones pueden no haberlo demostrado con un rendimiento alto, pero pueden tener la potencialidad en cualquiera de las siguientes áreas, por separado o en combinación:
 Capacidad intelectual general. Básicamente asociada al enfoque unifactorial o monolítico de algunos investigadores, quienes dicen que la superdotación está asociada a la eficacia en el rendimiento escolar. Los sujetos incluidos en esta categoría suelen presentar una elevada capacidad de aprendizaje. En general, estos individuos presentan intereses y habilidades intelectuales que les permiten ofrecer una respuesta adecuada al ambiente.
Aptitud académica específica. Los individuos dotados de este tipo de talento pueden mantener intereses académicos muy profundos y normalmente suelen alcanzar con perfección los objetivos marcados por ciertas áreas de tipo curricular escolar. Son individuos con alto rendimiento tan sólo en áreas determinadas del campo académico, por lo que se les podría considerar un caso especial de la categoría anterior.

Tipos de talentos.
  • Talentos creativos. Son individuos que destacan por sus grandes habilidades para la solución de problemas inusuales, independientemente del rendimiento que puedan mostrar en un área determinada. Los dotados en este tipo de pensamiento divergente, ponen en juego sus habilidades explorando cuestiones de tipo hipotético, generando una amplia variedad de posibles respuestas a situaciones reales o imaginarias y percibiendo relaciones entre ideas similares o aisladas.
  • Capacidad de liderazgo o talento social. Este tipo de talento es muy complejo ya que incluye capacidades intelectuales, de pensamiento creativo y rasgos peculiares de la personalidad del individuo que le permiten interactuar con su grupo. Según Genovard y Castelló (1990) los alumnos dotados de este talento presentan como característica más importante su no preferencia por las actividades intelectuales clásicas, dando pie a cierta inteligencia de tipo social. Son los individuos que poseen un cierto “carisma”, siendo respetados y seguidos por la mayoría.
  • Talentos artísticos-visuales y representativos. Implica destrezas relacionadas con la percepción, representación y ejecución artística (pintura, fotografía, teatro, etc.). Normalmente, los alumnos con algún tipo de talento relacionado con este grupo suelen seguir y perfeccionar sus intereses en ambientes fuera del contexto escolar, ya que cuando identificamos a un alumno superdotado y/o talentoso y vemos la necesidad de realizar una adaptación de su currículo, siempre nos dedicamos a las áreas que normalmente consideramos como más “útiles”, dejando de lado todas las relacionadas con el área artística.
  • Talentos psicomotores. Implica destrezas de tipo motriz relacionadas tanto con el mundo del arte como con el del deporte. Este tipo de talento, al igual que los señalados en el grupo anterior, está muy olvidado en el ámbito educativo de la etapa de educación primaria, pues se siguen considerando como “secundarios”.
Aportaciones y limitaciones del modelo de Marland.

Algunas de las aportaciones recogidas por diversos autores sobre la definición y clasificación establecida en el informe Marland (Richert, Alvino y MCDonnel, 1982) son las que indicamos a continuación:
  1. La superdotación se describe no como un privilegio, sino como una necesidad de la educación.
  2. El criterio más representativo es la excepcionalidad.
  3. Se consideran las capacidades y el rendimiento en relación directa con la identificación del superdotado.
  4. Se tienen en cuenta otras capacidades distintas a las intelectuales.
  5. El efecto positivo, tanto para el individuo, como para la sociedad, se convierte en el fundamento de las medidas educativas.
Entre las críticas realizadas a la definición de la USOE podemos comentar que, aunque la definición promovió un gran interés por el tema de la superdotación en Estados Unidos, ayudando al desarrollo de modelos alternativos, no dejó de tener dificultades a la hora de poner en práctica la selección de superdotados y la programación de estudios correspondientes. Por ejemplo, Richert, Alvino y McDonnel(1982) señalan algunas limitaciones:

  1. La posible superposición de algunas categorías, por ejemplo creatividad y artes.
  2. La no inclusión de capacidades importantes, como las psicosociales.
  3. La falta de niveles establecidos que determinen cuándo comienza la superdotación en cada uno de los factores, entre otros.

Si bien estos son problemas más bien de orden práctico, Renzulli (1978, 1986) añade algunos otros desacuerdos referidos al contenido. En primer lugar, que no incluye factores no cognitivos (por ejemplo, la motivación o persistencia en la tarea) a pesar de su manifiesta importancia para el rendimiento excepcional. En segundo lugar, se han encontrado limitaciones por la heterogeneidad de la enumeración de las categorías, donde aparecen mezcladas tanto dimensiones de rendimiento como de capacidad. En tercer y último lugar, la ausencia de indicaciones ha sido una limitación para la identificación concreta de cada uno de los factores, de manera que se hubieran podido evitar los problemas fundamentalmente prácticos. A pesar de estas posibles limitaciones, la definición de la USOE tuvo sin duda unos efectos altamente positivos tanto a nivel práctico como teórico en el campo de la superdotación. Aún hoy en día, a pesar de que hubieran autores en su momento que vieran un posible solapamiento entre las categorías (Gallagher, 1979), la mayoría están de acuerdo con el hecho de que existen distintos tipos de talento y siguen utilizando esta clasificación.

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