A menudo, en esta etapa se activan los
recursos cognitivos antes de lo esperado para su edad cronológica,
especialmente si encuentran un entorno favorecedor. Así, de forma autónoma
acceden a determinados
aprendizajes más propios
de las áreas
de Educación Primaria. Es por
ello¸ que en esta etapa
de Educación Infantil
pueden hacerse especialmente notorias ciertas disincronías:
Estos
alumnos funcionan cognitivamente como un alumno de mayor edad y, sin embargo, actúan emocionalmente como cualquier
compañero de su edad cronológica.
Así
mismo, la disincronía psicomotora es otro aspecto relevante
La
cognición y motricidad
pueden tener un
desarrollo desigual. Este hecho
se hace especialmente patente en el aprendizaje de la lectura y escritura.
Parece pues imprescindible en estas edades
potenciar el desarrollo equilibrado entre los ámbitos cognitivo,
socio‐emocional y psicomotor. Este abordaje requiere partir de sus fortalezas
para aproximarse a los ámbitos menos desarrollados. El currículo educativo se
organiza de acuerdo con los siguientes tres ámbitos de experiencias:
1. Conocimiento
de sí mismo y autonomía personal: debe tenerse en cuenta que la imagen que los
niños constituyen de sí mismos es, en gran parte, una interiorización de la que
les muestran quienes les rodean y de la confianza que en ellos depositan. El
docente debe ser consciente de
la relevancia de su actitud
para el desarrollo de la
autoestima de su alumnado, sin olvidar que en esta etapa, el juego es el mejor
medio de aprendizaje, de expresión y de interacción con los iguales.
2. Conocimiento
del entorno: el entorno socio‐cultural próximo e incluso lejano puede resultar
para el alumnado una fuente de estímulos que capte su atención y muchas veces
se convierta en su centro de interés. En
este ámbito se deberá tener en cuenta que el alumnado con altas capacidades
intelectuales adquiere un
pensamiento lógico matemático más
rápidamente. Con frecuencia sus planteamientos y soluciones pueden ser más
creativos y novedosos que el de la
mayoría de los compañeros, puesto que en la
interacción con el
medio físico, observa, explora e investiga los elementos que lo
conforman, así como las relaciones que entre ellos se establecen. Esto le
permite detectar semejanzas y diferencias, ordenar, clasificar y cuantificar
elementos del medio físico, para pasar rápidamente a su manipulación,
representación y verbalización.
3. Lenguajes:
comunicación y representación. Quizá el desarrollo de la competencia verbal y
la riqueza de vocabulario sea una de las características que antes se
visibilizan en el alumnado con altas capacidades. Además, frecuentemente el
alumnado con altas capacidades puede llegar a adquirir el aprendizaje del
código escrito a partir de hipótesis que él mismo se plantea, sin haber
existido intencionalidad por parte del docente o de la familia.
En todo caso, el aprendizaje de la lectura
requiere un enfoque comunicativo y práctico que potencie la motivación hacia su
aprendizaje mediante la utilización de diferentes tipologías de textos. Del
mismo modo, la práctica de la escritura debe abordarse desde un enfoque funcional
y comunicativo, evitando el aprendizaje repetitivo y mecánico. Conviene
aclarar que alumnado
con altas capacidades
no siempre adquiere el aprendizaje de la escritura de forma simultánea a
la lectura debido a la mencionada disincronía entre las habilidades cognitivas
y psicomotrices requeridas. Por lo tanto, es muy recomendable en esta etapa
iniciar en el aula la utilización del ordenador y las tecnologías de la
información y comunicación para
facilitar el acceso a la lengua
escrita, la vez que se va desarrollando
la coordinación visiomotriz.
Si en la etapa de Educación Infantil¸ se
detecta a algún alumno que manifieste precocidad en alguno de los ámbitos
citados es prioritaria la adaptación de las actividades del aula a su nivel
competencial, puesto que es tarea de la escuela facilitar el máximo desarrollo
de este potencial. Parece fundamental no frenar ni expresar reticencias a los
avances y a la curiosidad que manifiesta este alumnado, antes bien, propiciar
que pueda aprender por su cuenta, en interacción con sus iguales o en otros
entornos distintos al escolar.
Si quisiéramos aportar alguna orientación
educativa para favorecer y mejorar la respuesta al alumnado con altas
capacidades en Educación Infantil¸ tendríamos que partir como premisa de que
debemos adecuar la enseñanza a su ritmo de aprendizaje. Si aprenden más rápido¸
no debemos frenar el ritmo¸ ya que conseguiríamos que se aburrieran con
aprendizajes repetitivos¸ hay que permitir que dediquen más tiempo a la
planificación que a la ejecución o resolución de la actividad. He aquí unos
tips con los que debemos contar:
- Evitar la repetición mecánica, y no volver a hacer lo que ya saben y dominan.
- Posibilitar la utilización de capacidades cognitivas de alto nivel: pensamiento abstracto, razonamiento simbólico, síntesis, pensamiento creativo, reflexión sobre lo hecho, etc.
- Potenciar la exploración, la indagación y permitirles profundizar en contenidos o temas de su interés.
- Pensar y trabajar sobre una idea. Se puede realizar en grupo o de forma individual.
- Enseñar estrategias para obtener y ordenar la información de forma práctica y eficaz.
- Potenciar el juego imaginativo, ya que es un poderoso instrumento para conocer el mundo y desarrollar habilidades sociales e intelectuales, así como medio de expresión de temores, tensiones, inquietudes, alegrías… Tal y como nos indica J. Freeman (19885): “El juego imaginativo, siendo afectivo y cognitivo a la vez, tiene una función esencial para el desarrollo, ayudando al niño a adquirir un equilibrio entre la experiencia interior y exterior y a desarrollar una reserva de recursos, actividades y autoestima, estimulando al mismo tiempo la curiosidad y la capacidad para investigar. El juego de los niños con altas capacidades, en cualquier estadio de su desarrollo, es de especial interés a causa del potencial creativo que contiene”.
- Potenciar el desarrollo del pensamiento lógico matemático. A menudo este alumnado tiene adquiridas algunas de las competencias que no le corresponden por curso. En esta situación, hay que posibilitar que profundice en el conocimiento más abstracto y complejo del área, pasando a la aplicación de las operaciones en situaciones reales o imaginarias, permitiendo que realice proyectos interdisciplinares, etc.
- Potenciar las prácticas artísticas tanto individualmente como de forma colectiva como herramienta para estimular su creatividad, imaginación e inteligencia emocional. La participación en proyectos artísticos musicales favorece la capacidad de reflexionar críticamente, de tomar conciencia de su propia autonomía y de la libertad de acción y pensamiento. Asimismo desarrolla los sentimientos de pertenencia al grupo aula y aplicar la fluidez, originalidad y flexibilidad de pensamiento a problemas con múltiples vías de solución. Entre estas actividades es reseñable la participación en pequeños conciertos, audiciones y charlas para compartir sus conocimientos con los demás.
- Aplicar las nuevas tecnologías al proceso de aprendizaje.
- Alimentar la curiosidad del alumnado. En general, el alumnado con altas capacidades muestra gran curiosidad por el conocimiento. Enseñar a que no hay una sola respuesta a los problemas y a las preguntas. Trabajar con preguntas y actividades que promuevan la reflexión.
- Permitir al alumno que investigue tanto como necesite para conocer los temas en profundidad.
- Reforzar y valorar expresamente la creatividad y el pensamiento divergente.
- Potenciar la fluidez, la elaboración, la originalidad y la flexibilidad.
Respecto a estrategias para el
desarrollo emocional:
- Animarles a describir de forma oral o escrita sus sentimientos, reacciones, miedos…
- Ayudarles a conocerse a sí mismos, descubriendo sus cualidades y puntos débiles.
- Aceptar su sensibilidad sin minimizar sus inquietudes, miedos.
- Trabajar el miedo al fracaso y la resistencia a la frustración.
- Desarrollar habilidades personales, enseñarles a comunicarse con sus iguales con estrategias como: decir lo que sienten sin ofender¸ pedir ayuda¸ decir “no” de forma asertiva¸ defenderse ante las agresiones verbales y físicas de forma adecuada.
- Favorecer la autoestima. Elogiarles de forma cuidadosa y evaluarles de forma realista. Reconocer y valorar su esfuerzo.
- Trabajar la empatía: cómo se sienten los demás ante situaciones, ponerse en la piel del otro...
- Desarrollar el juicio crítico y ético, enseñar a aceptar críticas y a darlas, distanciarse de los hechos, definir “pros y contras”.
- Potenciar la autocrítica.
- Proponer distintos tipos de actividades: dramatizaciones, debates…
Estrategias para estimular el desarrollo social:
- Favorecer el desarrollo social impulsando el respeto a la diferencia, los vínculos de amistad, la capacidad para resolver dificultades interpersonales...
- Evitar el aislamiento y potenciar el sentimiento de pertenencia al grupo, impulsar las relaciones entre iguales a través de la colaboración y el trabajo en equipo.
- Utilizar el diálogo entre iguales como medio de aprendizaje compartido.
- Realizar actividades en grupo, de forma que cada participante tenga su responsabilidad y trabajo, donde todos compartan el mismo objetivo y cada cual contribuya al beneficio del grupo desarrollando su trabajo personal.
- Evitar que desarrollen un sentido de la perfección exagerado o disfuncional.
- Enseñarles a relativizar los comentarios negativos. Utilizar la crítica constructiva. Aceptar sus errores y usarlos para aprender.
Estrategias para impulsar la
autonomía en el aprendizaje:
- Favorecer las iniciativas que surjan en el aula de forma espontánea, apoyar la adquisición de estrategias de búsqueda de información y planteamiento de preguntas.
- Posibilitar el acceso a materiales y fuentes de información para que profundicen autónomamente en sus áreas de interés.
- Potenciar el diálogo y la comunicación, dedicar tiempo en el aula a la reflexión oral grupal e individual, a realizar preguntas, a formular hipótesis, etc.
- Crear en el aula una atmósfera de comprensión y respeto, aceptando la existencia de diferencias individuales.
Estrategias para promover la
creatividad (McCluskey, 2008):
- Ambiente de libertad para exponer, proponer, preguntar, enfocar, discutir, así como para cometer errores o fallos.
- Que el error sea considerado como parte esencial del aprendizaje.
- Un ambiente de reto, de desafío que aumentará la motivación intrínseca por mejorar, aprender o aportar.
- Confianza y apertura para exponer los pensamientos y opiniones.
- Tiempo para formular y elaborar nuevas ideas. Debatir y compartir.
- Humor y juego, ambiente relajado, amigable, feliz.
- Ausencia de conflictos, situaciones violentas, injusticias y que los problemas sean abordados de manera natural y abierta.
- Tomar riesgos, habituarse a trabajar en la incertidumbre, en la ambigüedad.
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